Todo varón teme por su pelo |
Todo hombre en algún momento de su vida empieza a preocuparse por su cabello, hasta el punto de desarrollar una obsesión que no lo deja vivir en paz. Es ahí cuando se empieza a buscar detalles para detectar el problema lo antes posible. No obstante, con mucha frecuencia se encuentran señales que se interpretan erróneamente como calvicies incipientes, cuando podrían no ser más que simples imperfecciones o procesos naturales del cabello. Conozcamos 6 de ellas:
1- El cabello en la ducha o almohada
La mayoría de hombres no suele prestarle gran atención a los pelos que dejan en la almohada al despertarse, ni en la ducha al finalizar su higiene capilar. No es hasta que leyeron un artículo sobre calvicie que comienzan a estar atentos al respecto. Y es así como la obsesión les lleva a pensar que se les cae más que antes, cuando la realidad (tal vez) es que tiempo atrás ni siquiera se fijaban en cuánto pelo perdían.
Aún mucha gente ignora que se considera normal perder entre 50 y 100 cabello por día (te recomendamos leer una importante precisión sobre ello). Así que si tus cabellos caídos están dentro de ese estándar diario, puedes estar tranquilo, a menos que lleves tiempo haciendo tus cuentas y en verdad hayas notado un incremento inexplicable.
Los pelos en la ducha siempre asustan, en especial a las mujeres |
2- Las caídas estacionales
Otro punto a tener en cuenta son las famosas caídas estacionales, donde tanto varones como mujeres presentan una caída mayor a la habitual durante un tiempo determinado. Aunque no todos los cueros cabelludos son iguales, y por tanto se entiende que cualquier estación del año podría influir en un aumento de la caída, es otoño el que normalmente estimula estas anomalías en el ciclo capilar.
Obviamente, si hablamos de cueros cabelludos saludables, los pelos caídos tienen que volver a crecer una vez terminada la estación problemática.
3- Los cabellos miniaturizados
Quienes están algo más informados sobre la alopecia androgénica, saben muy bien que la caída del cabello no debería ser la primera señal de alarma, sino más bien la miniaturización. Decimos que un cabello está miniaturizado cuando es más corto y delgado que el resto de pelos. Otra señal al respecto es el cabello fino en las puntas.
Sin embargo, tenemos que recalcar que tener cabellos más finos que otros no significa necesariamente que se padezca AGA. Alrededor de un 15% de todo nuestro pelo está miniaturizado sin que signifique mayor problema. Lo anormal sería exceder ese porcentaje.
Es normal tener un 15% de cabellos más finos que otros. |
4- El odiado remolino
El remolino, esa zona ubicada mayormente en el vertex, es la parte que más alarma genera en los recién preocupados por la calvicie. Y es normal que así sea; total, a las mujeres no se les ve por llevar el pelo largo, y los hombres no tienen ojos sobre sus cabeza para inspeccionarse a si mismos. De ahí se entiende que la primera vez que un varón ve su remolino a través de una foto, se asuste si este le parece demasiado grande.
Naturalmente, el remolino deja ver algo de cuero cabelludo porque en dicha zona los cabellos apuntan hacia todas las direcciones. Cabe destacar que nos todos los remolinos son iguales. Hay los que son tan cerrados que se ve poco o nada de piel, como también existen los que son muy despejados y a simple vista sugieren poca densidad capilar, aunque no siempre sea el caso.
Antes de alarmarte, si tu remolino te incomoda y te da la impresión de que demuestra perdida de densidad, lo mejor es que consultes con tus familiares más cercanos, como tu madre quien de seguro te vio la cabeza desde pequeño. Ella sabrá reconocer si tu remolino ha crecido con el tiempo o si siempre estuvo igual.
Casi nadie conoce su remolino hasta que se hace una foto desde arriba |
5- Los comentarios de los amigos
Con demasiada frecuencia, los jóvenes se empiezan a preocupar de su estado capilar gracias a los comentarios fastidiosos de un amigo. "Oye, mírate este hueco, vas a ser pelón", es la sentencia habitual en estas situaciones, haciendo referencia al remolino la mayoría de las veces. Y aunque sus palabras pueden ser acertadas, no es bueno que la víctima se adelante a los hechos.
A menos que hablemos de personas demasiado fisgonas, lo común es que nadie observe con detenimiento detalles de nuestro físico. Naturalmente es uno mismo quien se juzga con más dureza que los demás. Si te dijeron que vas a ser pelón a causa de un remolino grande o una raya en tu cabeza, piensa que quizá es la primera vez que tu amigo mira por encima de tu cabeza y no sabía que siempre has estado igual. Tú qué sabes, tal vez quien en verdad se esté pelando es él y nadie se lo ha dicho aún.
6- Las terribles y desalentadoras fotos
Cuando la obsesión por la calvicie comienza, es habitual que se haga un registro fotográfico desde todos los ángulos para detectar anomalías en la densidad. Al realizar tal tarea suele pasar que los resultados nos asustan, ya que apreciamos detalles que antes no habíamos observado. Ahí entra el ya mencionado remolino o las rayas del pelo.
Debemos tener presente que las fotos pueden exagerar los contrastes entre el cabello y la piel, mostrándonos menos pelo del que tenemos. Además, hay que considerar las características del ambiente: ¿nos estamos sacando las fotos con flash?, ¿debajo de un foco intenso?, ¿en pleno sol de verano?, ¿con el pelo mojado? Todo cuenta.
El exceso de luz puede llevar a fotos muy engañosas |
Si la incertidumbre acerca de la alopecia androgénica no nos deja tranquilos, lo mejor siempre será acudir al dermatólogico. Y si es al tricólogo, mejor.
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