Una de las mayores hipocresías sociales que existen gira en torno a lo alopecia. El grueso de personas te dirá que perder el cabello no es tan malo, al mismo tiempo que usan expresiones como "¡ese pelado de m...! o "¡put... calvo!" cuando sienten la necesidad de agredir a un individuo carente de pelo en la cabeza, cualquiera sea el motivo. Y por si esto fuera poco, las mujeres hacen de esta hipocresía algo más evidente, porque las mismas quienes rechazan calvos son las que dicen que lamentarse por el otoño capilar es superficialidad.
Carecer de pelo te hace ver más gordo
En fin, a propósito de esto, seguro te has percatado que en los gimnasios hay un gran porcentaje de calvos ejercitándose, completamente mentalizados en tener un cuerpo que les permita acceder a una vida dionisíaca. ¿A qué se debe esto? Simple, gracias a la falta de un pelo voluminoso en la cabeza, todos los detalles del resto de tu cuerpo cobrarán mayor presencia para la gente. Tu cuerpo de perezoso, barriga cervezera, pectorales caídos, rollos, o incluso delgadez, etc, por más leves que sean, ya no pasarán desapercibidos.
Dependiendo de qué tan bien te caiga un peinado (y de que tengas pelo para ello), tu flacura o gordura puede verse algo compensada por un rostro joven y con melena. Sin embargo, debido a la falta de cabello tu presencia deja simplemente mucho qué desear. Si eres gordo te ves más gordo, si eres flaco luces enfermizo. ¿Qué hacer frente a ello? Bueno, los gimnasios revelan que muchos prefieren volverse clientes de dichos establecimientos, con el fin de cultivar un cuerpo que intimide a quienes pretendan burlarse de sus peladas, además de hacer que las chicas sientan lujuria por sus bíceps, en lugar de asco por sus cabezas de rodilla.
Sin cabello te ves más viejo, como alrededor de diez años mayor
El Príncipe William dice aceptar su calvicie. Pero claro, con semejante pasta y estatus, cualquiera.
Si has estado en la mili o simplemente te rapaste porque sí, de seguro te has percatado de algo muy interesante en tus fotos: Aun siendo del mismo año, la foto donde llevas el pelo casi al ras del cuero cabelludo muestra una versión más madura (entrada en años) que esa otra donde el cabello te tapa buena parte de la frente, haciendo que parezca una diferencia de casi cinco años. Y es lógico, porque mientras más despejada tengas la frente, más viejo te verás. Imagina que te afeitas toda la cabeza o se te cae todo el pelo a causa de la alopecia androgenética. Pues asume al menos diez años de más.
Por desgracia, perder el cabello es algo bastante asociado al envejecimiento (es raro ver varones ancianos con una melena densa y voluminosa), aunque con más frecuencia de la esperada también le ocurra a personas jóvenes o de mediana edad. No en balde se dice que un hombre calvo envejece muy lento, y no porque tenga una prolongada apariencia juvenil, sino porque siempre se ve viejo. Aparenta más o menos la misma edad entre los 25 y 50 años.
El otoño capilar te brinda un aspecto menos atractivo
Verse más gordo, más viejo, con las orejas salidas, con los ojos más chicos, la nariz más grande, la frente que no finaliza hasta donde comienza la nuca, etc, naturalmente te resta altos niveles de atractivo. Y eso implica fuertes daños al éxito afectivo, sexual, social e incluso laboral en trabajos de cara al público. De ahí el gran temor de de los hombres por quedarse calvos. No es cualquier cosa como la sociedad hipócritamente quiere hacer ver en ciertas facetas políticamente correctas. Es un problema real para la mayoría de hombres que la padecen.
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